PODER NAVAL Y ADQUISICIÓN DE FRAGATAS. EL ECOSISTEMA CON EL REINO UNIDO.
Noruega anuncia la adquisición de 7 fragatas británicas clase 26 (3). Desplazamiento sobre las 7000 toneladas. Canadá pretende comprar 15 fragatas de esta misma clase.
Suecia anuncia la adquisición de 4 fragatas clase 31 (4), que desplazan sobre 5500 toneladas. Dinamarca pretende adquirir 7 de la misma clase y Polonia 4. Son naves con plena capacidad oceánica y autonomía de operación por meses sin recalar en puerto. Serían 15 fragatas clase 31 operando en el Mar Báltico.
El Reino Unido (RN) va a operar ambas fragatas en una cantidad que debiese superar las 20, junto con los destructores clase 45 (5) y los portaaviones clase Queen Elizabeth (6). Esto apunta a un ecosistema naval de operación de fuerzas navales en el Báltico, Mar del Norte y Atlántico Norte. El RN cuenta con acuerdos de defensa vigentes con los países nórdicos y Canadá, que se suman al de la OTAN, pasando esta fuerza naval combinada a ser la más poderosa en esa zona del mundo (7 y 8), después del poder naval de Estados Unidos.
Las fragatas clase 31 también estarían equipadas con misiles pesados tipo Tomahawk (9), con un alcance de 1500 KM (app) y una cabeza explosiva cercana a los 500 KG. Existen otras opciones al Tomahawk, pero este último es sin duda uno de los mejores misiles pesados de largo alcance.
En el Pacífico, Australia se ha decidido por las fragatas japonesas clase Mogami (10), de más de 5000 toneladas de desplazamiento, similares en ese sentido a las clase 31. Esto les permitirá alcanzar un alto nivel de integración operativa con la marina de guerra japonesa. Si bien el poder naval del RN le permite proyectar fuerza en esa zona de mundo, no es suficiente para sostenerlo por sí solo y la cooperación con Japón pasa a ser necesaria. Hay acuerdos de defensa en curso entre ambos estados.
Chile, por su parte, deberá renovar su flota de fragatas en los años que vienen, lo que pretende hacer por medio de su construcción en el país. El modelo de la clase 31 ha sido ofrecido al país y es una buena opción en lo técnico, pero también en lo geopolítico, pues mantendría la estrecha relación con el RN y la facilidad en operaciones conjuntas con la Royal Navy. Las operaciones de nuestra marina de guerra son el Pacífico Oriental Sur, a lo que hemos denominado Mar Presencial (11), no en el Pacífico Occidental, por lo que hace sentido optar por el modelo británico.
Las fragatas clase 31, en su versión nacional, contarían con sistemas de armas, detección, mando y control especialmente adaptados a nuestras necesidades operativas, ya que serían construidas por ASMAR. Lo mismo pasaría si tomasen otro modelo, pero la transferencia de tecnología que ofrece RN se ve difícil de equiparar.
Poder operar misiles pesados de largo alcance para impactar blancos en el mar y en tierra, sería un aumento de capacidad de gran relevancia para la Armada y la doctrina de disuasión.
La guerra de invasión de Rusia a Ucrania, al mismo tiempo, nos ha mostrado como Ucrania, sin flota de guerra, ha logrado derrotar en sus aguas inmediatas a la flota rusa, con drones de superficie y misiles disparados desde la costa. La dimensión “robótica” de la guerra en el mar ha llegado para quedarse.
La flota de superficie o Escuadra es uno de los 4 pilares del poder naval chileno, junto a la fuerza de submarinos, aviación naval e infantería de marina, los que deberán incorporar la dimensión señalada en el párrafo en sus proyectos de renovación.
La Armada ha comenzado su proceso de renovación de la flota de superficie con el buque multipropósito denominado Escotillón IV (12), que desplaza 9000 toneladas, un diseño que nos muestra el comienzo de adaptación a los nuevos escenarios de la guerra en el mar.
ACHM
Octubre 2025.
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